miércoles, 23 de junio de 2010

Niebla



Niebla murió a la casi increíble edad de 21 años, muy por encima de la edad media a la que suelen marcharse los perros.

La historia fue especialmente dramática para mi hermana que no habiendo cumplido aún los 10 años de edad acogió a la perra. La semana que Niebla nos dijo adiós fue especialmente triste: era muy doloroso verla como intentaba ponerse en pie y como aceptaba, derrotada, el hecho de que sus patas ya no la sostenían. Nunca dejó de mover el rabo con optimismo y nunca tuvo otra mirada que no fuera aquella mirada suya tan triste y tan enternecedora.

Niebla se fue de puro vieja, de puro cansada, pero llevó una vida apacible y sin demasiados sobresaltos. Sus dueños la cuidaron, la mimaron, nunca la abandonaron, nunca le faltó pienso ni agua en el cacharro ni alguien dispuesto a darle un rato de juego y caricias. A cambio ella fue una buena perra de compañía, dócil y cariñosa.

El día que murió juramos y perjuramos que no volvería a entrar otro perro en la casa.

1 comentario:

  1. Es un texto muy triste, adoro a los animales. Y no tengo perro porque supone un cuidado especial que no puedo darle. Creo que ellos tienen alma, creo que nos dan lecciones a cada momento, su generosidad, su fidelidad... Cuando aún vivíamos todos los hermanos en casa de mi madre, teníamos dos perros un gato y un canarito. Mis hermanos siguen teniendo animales, mi hermano hasta una iguana ha tenido.
    Una de mis hermanas pasó por una experiencia terrible ya que su perrita "Blanca", murió después de parir muchos cachorritos, y de soportar una operación que intentó salvarla...Mi hermana estuvo destrozada durante mucho tiempo..."Blanca" metía las patas delanteras en el cubo del agua, y le vimos en ello un comportamiento extraño. Tenía una infección enorme, se moría. Pero sus ojillos preciosos eran tan dulces como siempre.
    Lo siento...siento que haya personas que sean capaces de no valorarlos, y hacerles daño.
    Ahora sólo tengo un hámster, y me paso los minutos disfrutando con mis niñas mirando como juega... Creo que dentro de unos años, tendremos una veterinaria en la familia.
    Un abrazo, y gracias por compartirlo amigo.

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